Acogida a los donantes

Aquí, por el contrario, sí tenemos un papel que desempeñar. Si es la primera donación que el donante realiza, es fácil de adivinar que estará un poco nervioso. El donante nuevo mira de aquí para allá, está inquieto. Es suficiente hablar un poco con él para desviar su atención, explicar lo que pasará y todo saldrá bien. Id a verle después a le mesa del refrigerio para darle las gracias... y pedidle que vuelva.

Si se trata de un donante veterano, acostumbrado a nuestras colectas y fiel a nuestras citas (un amigo casi)..., entonces algunas palabras amables que podrán provocar algunos intercambios con los vecinos animarán un poco la asistencia. Si hay afluencia de donantes, eso hará esperar con una sonrisa.

Otro caso: La señora que llega sin aliento porque ha oído el coche. Charlamos con ella. Comenta que hace poco dió sangre en el Centro de Transfusión Sanguínea o en otra localidad. Esto nos sirve para hacerle ver que la mujer puede dar sangre cuatro veces al año, con un espacio de dos o tres meses entre donación. Estará contenta de saber eso sin esperar a que el médico pueda atenderla.

La acogida es a menudo descuidada en nuestras colectas, porque la Asociación no le ha prestado suficiente atención o no ha tenido las personas idóneas para ello.

Un saludo cariñoso y amable puede hacer que se relaje y tranquilice un donante que viene por primera vez. Esto facilitará la labor del equipo de extracción que tiene que ocuparse de tareas propiamente técnicas y debe concentrar su atención en garantizar que la donación sea un acto inocuo y saludable, y que se realice en las mejores condiciones sanitarias posibles. Es por ello que el personal del Centro de Transfusión no tiene tiempo de ocuparse de eso y deja a la Junta Local dicha tarea. He aquí la ocasión de hacer de una colecta una reunión de amigos donde estaremos a gusto.

¡Triste visión la de esos donantes en fila, con signos de impaciencia, la manga subida, su carnet en la mano, que esperan su turno para pasar al secretariado, al médico, a la enfermera, etc.! Imaginadlos mejor sentados en corro, escuchando o hablando con su anfitrión (o anfitriona). Un poco de música de fondo y algunas flores o plantas verdes para crear ambiente. Estamos seguros de que se sentirán más relajados al efectuar la donación. Seguro que volverán en la próxima colecta.