Ayuda al refrigerio

Este es el momento de estar atento. Es la hora del refrigerio, pero también el momento en que puede surgir un pequeño mareo. No esperéis al último momento.

Nadie os avisará. Una ligera palidez, una necesidad de tumbarse, una sensación de calor o sudor, son los primeros signos de un posible mareo.

Si está sentado, poned le la cabeza inclinada hasta las rodillas y avisad al médico o A.T.S. para que le atienda correctamente. Procurad distraer la atención del resto de los donantes para que este leve mareo tenga la menor repercusión en el ambiente.

Ayuda al refrigerioEl Centro de Transfusión Sanguínea tiene, en principio, personal de servicio para el refrigerio. En caso de afluencia hay que echarles una mano para que nada se retrase. Y también hay que preocuparse de no dejar a los donantes que se marchen sin antes haber tomado algo. Es indispensable retenerlos 10 ó 15 minutos para que se recuperen. ¿Tiene bastante para comer?, ¿para beber?, ¿desean algo más?. Nos corresponde a la Asociación estar pendientes de todas estas preguntas, así como de acoger sus observaciones y transmitirlas al Director del Centro de Transfusión.

Y si es necesario, perseguiremos a los gorrones y merodeadores como si se tratara de nuestro dinero.