La donación de medula ósea se realiza extrayendo, con una jeringuilla, una pequeña cantidad de sangre medular de la parte posterior del hueso de la cadera. Asta extracción se realiza bajo anestesia general o epidural, en el hospital especializado más cercano al domicilio del donante.
La obtención de células madre de sangre periférica requiere administrar 4 ó 5 inyecciones subcutáneas de unas sustancias denominadas factores de crecimiento hematopoyético, que hacen que las células madre de la médula ósea pasen a la sangre. Esta donación no requiere anestesia y se realiza en el hospital especializado más cercano al domicilio del donante.
La donación de médula ósea no conlleva otro riesgo que el de la anestesia. En Tras la extracción puede existir un ligero dolor residual en la zona de punción que desaparece a los pocos días de la donación.
En la donación de progenitores de sangre periférica el único efecto secundario relevante es el dolorimiento generalizado de huesos y músculos (como el de la gripe) que pueden producir los factores de crecimiento hematopoyético, y que desaparece en pocos días. El riesgo derivado de la obtención de estos progenitores es prácticamente nulo.
REDMO, y la FBSTIB es consciente de que las circunstancias personales o físicas de una persona pueden variar con el tiempo y, en consecuencia, el donante es libre de darse de baja del Registro si así lo desea en cualquier momento. Aún así, hay que recordar que ser donante de progenitores hematopoyéticos implica un compromiso moral que debe ser meditado antes de inscribirse en el Registro, y que se espera que el donante no cambie de idea si está en juego la vida de otra persona.
El donante no recibe ninguna compensación económica para la donación. La Fundación José Carreras asumirá todas los posibles gastos derivados del proceso de donación. La principal compensación es la satisfacción personal de haber salvado una vida o, al menos, haberlo intentado.